El GR 20, ubicado en la isla francesa de Córcega, es un sendero de gran recorrido que cruza la isla de noroeste a sureste. Es un durísimo recorrido de montaña con una longitud aproximada de 200 kilómetros, que une los pueblos de Calenzana, al Noroeste y de Conca, al sureste, y transcurre en su totalidad dentro del Parque Natural Regional de Córcega. Para realizar la ruta completa, a un ritmo normal, son necesarios entre 10 y 15 días. En los últimos años se ha convertido en uno de los caminos de largo recorrido con más prestigio de Europa, y uno de los mejores reclamos turísticos de esta bonita isla mediterránea.
El itinerario se proyectó a inicios de los años 70, y la idea original fue la crear un camino que avanzara por la línea divisoria de las cuencas hidrográficas oriental y occidental de la isla. Con la creación del Parque Natural de Córcega el año 1972, se da el impulso definitivo para la señalización y acondicionamiento de la ruta: se rehabilitan y construyen refugios y albergues, se instalan elementos de apoyo en los pasos dificultosos, se colocan pasarelas, etc.
La travesía se puede realizar en cualquiera de los dos sentidos de la marcha, pero debemos tener presente que los tramos más duros de montaña los encontramos en la mitad norte. Las guías francesas proponen, de forma tradicional, el camino en el sentido de norte a sur; por el contrario,una opción interesante es la travesía justamente en el sentido inverso, para una mejor progresión, porque el sol queda de espaldas y por razones paisajísticas.La época del año ideal es de mayo a octubre, evitando, si es posible, los meses de julio y agosto, dado que son los meses más calurosos y en los que hay más senderistas.
Está considerado uno de los GR más bonitos de Europa. La isla de Córcega ofrece a los senderistas un mundo de una belleza salvaje, con espectaculares paisajes de alta montaña y vistas al mar a ambos lados. También presenta una rica fauna y flora, y un alto interés desde el punto de vista geológico.
La Travesía de Córcega también merece la reputación de ser uno de los GR de más alta dificultad del continente. Una buena parte de los senderistas abandonan en las primeras etapas, lo que pone de manifiesto la gran exigencia física y mental del recorrido. Por un lado, hay algunos pasos que requieren una cierta experiencia y habilidad montañera, y, por otro lado, el desnivel acumulado, sumando subidas y bajadas, es de más de 21.000 metros. O sea, el equivalente a subir y bajar el Aneto, desde el refugio de la Renclusa, siete veces. A todo ello debemos añadir una climatología propia de la alta montaña, y, por lo tanto, no siempre previsible. Además, el itinerario avanza en algunos tramos por encima de los 2.000 metros de altitud, por zonas desprotegidas de los fuertes vientos insulares.
Los refugios de montaña del GR 20 están guardados de junio a octubre. Curiosamente, no se permiten las reservas por anticipado y las plazas se asignan por orden de llegada. Acampar al lado de los refugios está permitido. Los guardas de los refugios ofrecen cena y desayuno, pero también hay a disposición de los caminantes una cocina con utensilios. Además de los refugios también hay algunos albergues, las conocidas gîtes d'étape, en las zonas habitadas.
